El anillo perdido del Papa Luna
Principio del capítulo VI
«...Ulldecona...»
Andrés sólo había ojeado las notas del cuaderno por encima, pero ya se había percatado que el nombre del pueblo de Ulldecona aparecía varias veces, en aquel cuaderno que Ribas había entregado a su hermana. En parte era comprensible que, si la mayoría de las notas hablaban de Francisco de Aranda, Ulldecona apareciera nombrada; puesto que éste estuvo exiliado allí tras la muerte del Papa Luna y durante el corto pontificado de Clemente VII. Sin embargo, lo que le extrañó a Andrés fue la cantidad de veces que se nombraba y que en algunas de las fechas, en que se nombraba el pueblo, Aranda ya no estaba allí. Abrió decididamente el cuaderno por la primera página dispuesto de centrar su lectura desde el principio. En ese momento se percato de que aquella no era la letra de Jaime; se le había pasado por alto al ojearlo, conocía bien su letra pues se habían pasado muchas veces los apuntes en el colegio, en el instituto y durante los primeros años de universidad.
